A la hora de comprar un electrodoméstico uno de los aspectos más importantes está relacionado con la eficiencia energética del mismo. Y es que, ya que vamos a invertir una gran cantidad de dinero, mejor hacerlo en un o de calidad y que cuente con un bajo consumo. Para conocer más sobre ese aspecto recurrimos al etiquetado energético, un sistema que a partir del mes que viene cambiará por completo.
El etiquetado energético lleva en vigor en la Unión Europea desde 1994. Desde ese momento era el indicador perfecto para conocer el consumo eléctrico de cada aparato. La forma de conocerlo era a través de sus puntuaciones, que iban desde ‘A+++’ hasta ‘D’. Sin embargo, esos parámetros han quedado obsoletos debido a que a día de hoy pocos aparatos tenían una puntuación baja. De hecho, la mayoría se encontraban como mínimo en la ‘A’.
Y para que esto dejase de ser un problema, el pasado 2019 la Comisión Europea decidió actualizar el etiquetado de eficiencia en el consumo de energía. A partir de ahora no habrá pluses, sino que cada valor corresponderá a una única letra de la ‘A’ a la ‘G’. Algo que se ha establecido así para dejar cierto margen de mejora a los electrodomésticos durante los próximos años. Y es que en un inicio pocos obtendrán puntuaciones de ‘B’ o ‘C’ y ningunos de ‘A’.
Este nuevo etiquetado tiene previsto ya una modificación para no quedar nunca obsoleto. Esto sucederá cuando el 30% de los productos del mercado en la Unión Europea obtengan la máxima clasificación. Esta normativa que actualiza el etiquetado energético en Europa entrará en vigor a partir del próximo mes de marzo de 2021. Aunque solo lo hará para los productos nuevos, quedando los que ya estén en tienda con la actual etiqueta.
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