Para calmar la sed la mejor opción es beber un vaso de agua, no hay ninguna duda. Sin embargo, sí que existen cuando entra en juego el origen de la misma. ¿Es mejor la del grifo o es más recomendable recurrir al agua embotellada? Una duda a la que la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ha dado respuesta.
Para empezar, desde la organización recuerdan que es necesario ingerir cada día en torno a 1,5 y 2 litros de agua. Una cantidad que puede variar en función del peso corporal de la persona, la actividad física que realice y la temperatura ambiente.
Pese a que habitualmente se piensa que el agua embotellada es mejor, lo cierto es que para la OCU el agua corriente del grifo es la mejor opción debido a su calidad y a que es “más económica”. De hecho, según sus estudios el agua del grifo “es de calidad y no tiene contaminantes” en la mayoría de poblaciones españolas.
En cuanto al sabor del agua del grifo, uno de los principales aspectos que suelen propiciar que se recurra al agua embotellada, tiene mucho que ver con la dureza de la misma. En las zonas de España donde el agua es dura, el sabor suele ser peor. Pero, ¿en qué lugares el agua es dura?
En Islas Baleares, Tarragona, Albacete, Murcia y la zona de Jaén y Córdoba el agua es dura. Mientras que se considera muy dura la de Almería, Valencia y Aragón. Lugares en los que habitualmente se recurre al agua embotellada antes que a la de grifo.
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