Contar con un buen colchón resulta imprescindible para poder descansar de la mejor manera posible. Sin embargo, cada persona es un mundo en lo relativo a las camas. Los hay quienes aseguran que son mejores los duros y otros que optan por los blandos. Pero… ¿Cuáles son realmente la mejor opción? La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) responde a esa duda.
Según detalla la OCU, dormir bien resulta “imprescindible” para poder reponer fuerzas. Y para ello es muy importante contar con el colchón adecuado para un buen descanso. En lo relativo a si resulta mejor un colchón firme y duro o uno más blando, la organización detalla que cada marca suele contar con su propia escala para definir la firmeza. Y esto hace que todo sea más complejo. Por este motivo, explican que lo mejor es dejarse guiar por las preferencias y gustos personales.
Colchones duros
Por otro lado, lo que sí que ofrecen son las principales ventajas de los colchones duros, de los que destacan que ayudan a mantener la postura de la columna. Además, suelen ser más duraderos y la superficie de contacto con el cuerpo es menor, lo que hace que la ventilación sea mayor.
En cuanto a los inconvenientes, destacan que si son demasiado duros la presión no se repartirá de forma uniforme en el cuerpo. Además, pueden ser demasiado fríos en invierno y provocar que sea necesario comprar un topper para aumentar la comodidad.
Colchones blandos
Al igual que con los duros, la OCU destaca como ventajas de los colchones blandos que ejercen menos presión sobre el cuerpo y que son muy cómodos para las personas que pesan poco. Mientras que en lo relativo a los inconvenientes son colchones más calurosos y con los que resultan más difícil moverse. Además, si es demasiado blando puede provocar que la espalda se mantenga bien alineada.
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