El invierno está cada vez más cerca y el frío ya se deja notar en buena parte de España. Y, ante esta situación, son muchos los ciudadanos que están poniendo a punto durante estas semanas sus sistemas de calefacción. En la mayoría de casos se tratan de calderas, ya sean de gas o diésel, que calientan la casa por radiadores. Y para que el funcionamiento de estos sea correcto es necesario purgarlos cada cierto tiempo.
En este sentido, debes saber que existen dos tipos de radiadores: los que cuentan con purgadores automáticos, a los que no hay que hacerles nada, y los manuales. Estos últimos son los más frecuentes en nuestro país y con ellos el proceso de purga debemos realizarlo a mano. ¿Cómo se hace? Es a lo que daremos respuesta a continuación.
Para empezar, uno de los síntomas que te puede hacer darte cuenta de que necesitas purgarlos tiene que ver con ruidos extraños en el radiador, como gorgoteos. Además, si al tocarlo notas que la parte superior está más fría también es otra de las señales inequívocas. Llegados a este punto, es el momento de realizar el purgado:
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Asegúrate de que la calefacción está apagada y el radiador frío.
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Cierra la llave de paso de agua del radiador.
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Gira la válvula de purgado que se encuentra junto al radiador y mantenla abierta hasta que salga agua de forma constante.
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Una vez realizado esto con todos los radiadores, comprueba que la presión del agua de la caldera está entre 1 y 1,5 bares.
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