La calidad del agua en España es excelente en líneas generales. Sin embargo, en algunas ocasiones el agua del grifo puede saber rara. Algo que normalmente suele tener que ver con la concentración de minerales en el agua, en concreto de las sales de magnesio y de calcio. Un aspecto que puede determinar si la calidad es mayor o si, por contra, sería necesario utilizar algún sistema de purificación.
Si la presencia de estas sales es alta es habitual que aparezcan incrustaciones de cal y el agua se califica como ‘dura’. Mientras que si sucede al contrario se la califica como ‘blanda’. En el caso de las zonas con agua más dura de España encontramos a Valencia, Almería y Baleares, tal y como recogen los datos de los boletines analíticos publicados en las páginas web municipales este 2022.
Mientras que en el caso contrario poseen agua muy blanda las provincias de Galicia, Madrid, Ávila y Palencia. El resto de provincias se sitúan en la media, encontrado zonas con agua dura como Granada, Jaén o Barcelona, y de agua blanda como Sevilla, Lleida y Asturias.
En las zonas de agua con extremada dureza los efectos que pueden provocar tiene que ver con la acumulación excesiva de cal. Algo que podría provocar, entre otros, lo siguientes problemas:
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Sequedad en la piel y cabello.
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Marcas blancas en grifos, mamparas y desagües.
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Electrodomésticos que se averían con frecuencia.
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Sabor del agua desagradable.
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