Las hipotecas son préstamos que se solicitan para hacer frente a la compra de una vivienda. Y para concederlas los bancos suelen tener en cuenta muchas variables: los ahorros de quienes la solicitan, sus ingresos, su situación laboral… Además de la edad, que es uno de los aspectos más relevantes para las entidades bancarias.
Habitualmente la mejor edad para la concesión de una hipoteca se sitúa en torno a los 30 años. Un momento en el que los bancos entienden que los solicitantes gozan de cierta estabilidad y solvencia económica. Además de con el margen suficiente de tiempo para devolver el dinero solicitado, que suele situarse entre los 20 y 30 años.
Pero… ¿Existe una edad máxima para solicitar una hipoteca? Lo cierto es que no hay ningún límite concreto ni normas al respecto, aunque la mayoría de entidades financieras establece como tope los 75 años de edad para este tipo de préstamos. Algo que se debe, fundamentalmente, a los riesgos en materia de salud y supervivencia asociados a la edad, ya que esto implica un mayor riesgo de impago.
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