Después de disfrutar de varios días libres en Semana Santa, la mayoría de trabajadores en España ya está pensando en sus próximas vacaciones. Y, días festivos al margen, son muchos los que centran su mirada en el verano. Sin embargo, no todos disfrutarán de los mismos días sin trabajar en el periodo estival, ya que todo varía en función de los días trabajados.

Para comenzar, lo primero que hay que tener claro es que las vacaciones pueden contarse como días naturales o días laborables. Por un lado, los días naturales hacen referencia a todas las jornadas, incluidos los fines de semana y festivos. Mientras que en el caso de los días laborables solo se tienen en cuenta en los que se trabajaría, sin fines de semana ni festivos.

El Estatuto de los Trabajadores establece cuál debe ser el periodo anual de vacaciones, que deben ser pagadas y no sustituibles por una compensación económica: el periodo vacacional no puede ser inferior a 30 días. Es decir, el trabajador contará como mínimo con 30 días naturales o 22 días laborales de vacaciones al año.

Y, sabiendo esto, es fácil calcular que cada mes trabajado equivale a 2,5 días naturales de vacaciones. Además, también hay que tener en cuenta que los días de vacaciones pueden ser más si así se establece en el convenio colectivo del trabajador. Por otra parte, sucede exactamente lo mismo con los días de trabajo y vacaciones a media jornada, a pesar de que estos empleados trabajen menos horas.