Para controlar la velocidad a la que circulan los coches por las carreteras de España, la Dirección General de Tráfico (DGT) utiliza radares fijos y móviles. Sin embargo, para garantizar que no se cometían errores, los radares contaban con cierto margen de error que permitía circular un poco más rápido sin que el radar multara. Algo que cambia a partir de ahora.
Hasta la fecha los radares fijos contaban con un 5% de margen de error. Esto implicaba que los vehículos podían circular un 5% por encima de la velocidad máxima indicada por el radar sin que este multara. Un porcentaje que era del 7% en el caso de los radares móviles.
Pero a partir de ahora los radares de la DGT multarán mejor y reducirán el margen de error. De este modo los porcentajes se reducen hasta el 3% en el caso de los radares fijos y el 5% en el de los móviles. Algo que también afecta en los radares de los helicópteros.
Las sanciones por circular a más velocidad de la permitida oscilan entre los 100 y los 600 euros de multa, a lo que hay que sumar la retirada de entre 2 y 6 puntos de carnet de conducir.
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