Es un hábito para muchas personas: nada más levantarse cada día lo primero que hacen es tomarse una taza de café. Sin embargo, algo tan habitual puede llegar a ser perjudicial para la salud. Así lo establecen varios estudios que señalan los riesgos que existen por tomar café con el estómago vacío.
La Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos recoge varios estudios para llegar a una conclusión clara: tomarse un café con el estómago vacío puede ser malo para la salud. Algo que ocurre, según la información que proporcionan, porque debido a su carácter amargo puede propiciar la producción de ácido intestinal.
Por este motivo, si no se come algo que pueda servir como protector estomacal es posible que puedan aparecer problemas digestivos como la indigestión, náuseas o la acidez. También señalan que beber café con mucha frecuencia puede generar una dependencia en nuestro cerebro, llegando a tener que consumir varias tazas para lograr el mismo efecto que antes lográbamos con una.
Beber demasiado café y hacerlo con frecuencia puede llegar a provocar cuadros de ansiedad, inquietud y, en los peores casos, alteraciones cardíacas. Sin olvidar que debido a su alto contenido de cafeína puede provocar que sea difícil conciliar el sueño. Por este último motivo, la recomendación es evitar beberlo a las horas más avanzadas del día, antes de la noche.
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