No suele haber fallo: si bebes mucho alcohol lo más probable es que a la mañana siguiente no te encuentres bien. Dolor de cabeza, cansancio, deshidratación, malestar… Algo que es bastante habitual después de la celebración de Nochevieja. Sin embargo, existen ciertos trucos con los que es posible aliviar estos síntomas para que el inicio de año no sea tan malo en caso de que bebas un poco más de la cuenta durante la noche del 31 de diciembre.
El primer consejo de todos para evitar la resaca es bastante obvio: no beber alcohol. Sin embargo, sabemos que tratándose de una celebración tan importante posiblemente esa no sea una opción. Así que, llegado el caso, puedes minimizar los síntomas si bebes menos, lo haces lento y, sobre todo, con el estómago lleno. En este sentido, estas son algunas recomendaciones a tener en cuenta:
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Estar bien hidratado y beber bastante agua antes de tomar alcohol.
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Llenar el estómago previamente.
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Beber agua entre los tragos de alcohol para evitar la deshidratación.
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Optar por refrescos y bebidas sin azúcar para los combinados.
Estas actuaciones son todas preventivas, por lo que no servirán si ya estás sufriendo la resaca. En ese caso existen otros consejos para disminuir los síntomas:
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Beber bebidas isotónicas que te ayuden a hidratarte y reponerte.
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Descansar lo suficiente.
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Tener paciencia, ya que los efectos suelen desaparecer pasado un día.
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