Aunque es posible beber alcohol y luego ponerse al volante siempre que no se sobrepasen ciertos límites, lo cierto es que consumir bebidas alcohólicas si se va a conducir siempre es arriesgado. Al hacerlo, tanto los reflejos como la capacidad de movimiento se resienten, lo que aumenta las posibilidades de sufrir un accidente de tráfico. Pero… ¿Es posible tomarse un par de cervezas sin que esto ocurra?
La Ley de Tráfico es clara al respecto: se considera que un conductor ha dado positivo en alcoholemia cuando supera los 0,5 gramos por litro en sangre o los 0,25 mg por litro en aire espirado. Una cantidad que se ve reducida hasta los 0,3 gramos y 0,15 mg respectivamente en el caso de los conductores con menos de dos años de antigüedad en el carnet.
Teniendo en cuenta ese límite, lo que la mayoría desconoce es cuánto pueden beber exactamente hasta alcanzar dicha cifra. Algunos piensan que pueden beber dos o tres cervezas sin problema, mientras que los hay que incluso llegan a tomarse alguna copa pensando que no darán positivo. Sin embargo, La Dirección General de Tráfico y la Guardia Civil han mostrado cuál es la cantidad exacta: 1,5 unidades garantiza el positivo en hombres y menos de 1 unidad en mujeres.
Sin embargo, esto puede variar en función de diferentes condicionantes como el peso de la persona que consume la cerveza. En este caso, habitualmente es posible ingerir más alcohol sin sobrepasar la tasa límite si se pesa más que pesando menos kilogramos. Aunque lo que está claro es que es mejor no arriesgar y conducir siempre con tasa 0 de alcoholemia.
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