Desde hace algunas semanas las temperaturas han bajado en prácticamente toda España de forma considerable. Y eso ha propiciado que las calefacciones funcionen durante los últimos días a pleno rendimiento en la mayoría de hogares. Sin embargo, con el precio de la gasolina y el diésel por las nubes y con la electricidad bastante cara, calentar el hogar está resultando más costoso que nunca. Incluso para una de las opciones que destacaban hasta hace poco por su precio: los pellets.
Y es que, según recoge la Organización de Consumidores y Usuarios, este combustible ha aumentado su precio hasta un 67% con respecto al año pasado debido al aumento de la demanda. Para justificar la subida de precio se argumentó que la producción había sido escasa, aunque lo cierto es que los datos lo desmienten. Según la asociación de fabricantes la producción de biomasa aumento cerca de un 20% con respecto a hace un año.
Para intentar paliar esta situación el Gobierno de España decidió aplicar una bajada en el IVA de este combustible, que pasó a ser del 5%. Sin embargo, en los días previos a la bajada del IVA la OCU pudo comprobar que el precio se había incrementado, por lo que finalmente la rebaja fiscal quedó prácticamente en nada.
Aumento injustificado
La OCU argumenta que “desafortunadamente con la biomasa observamos que se repite la situación de algunos aumentos injustificados de precios que se escudan en los efectos de la guerra de Ucrania”. Algo que también sucedió con el aceite de girasol o el hielo.
Sin embargo la realidad, tal y como detallan desde la organización, es que los fabricantes y distribuidores aprovechan la mayor demanda para incrementar sus márgenes de beneficio sin que haya una justificación real por la escasez. Y esto conlleva a que sea finalmente el consumidor el que esté pagando esta situación.
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