En las últimas fechas se ha generado cierto revuelo tras conocerse que la empresa que se encarga de fabricar las croquetas para Mercadona también se emplean en la distribución a una infinidad de bares y restaurantes que venden su producto como algo casero. Sin embargo, la realidad es bien distinta. Probablemente estemos ante un producto tan simple como peculiar que gusta a todo – o casi todo – el mundo. Hoy vamos a conocer cuál es el origen de esas croquetas que vende Mercadona y también qué sucede en relación a su distribución a los respectivos negocios.
La empresa catalana Audens Food es la que se encarga de fabricar esas croquetas de Mercadona que se pueden encontrar en otras superficies con descuentos en alimentación y que sirven muchos bares y restaurantes comercializándolas como un producto casero. La realidad es que hoy, la legislación plantea serias trabas y medidas restrictivas a los distintos establecimientos para ofertar un producto casero. Los controles de calidad hacen que se tenga que cuidar al milímetro cualquier aspecto de la comida ofrecida a los clientes. Por ello, muchos buscan una solución rápida.
Esta solución no es otra que la de acudir a esas croquetas congeladas que Audens Food distribuye tanto a bares y restaurantes como a la propia Mercadona. El problema es que los primeros pretendan ofrecerlas como caseras, cuando la realidad es bien diferente.
Con anterioridad, una croqueta casera probablemente fuera fácilmente distinguible de otra congelada. La evolución en el preparado e ingredientes hoy día hace que no resulte tan sencillo hacer esa distinción. Hoy en Mercadona encontramos croquetas de todo tipo. Las que fabrica Audens Food pueden ser de Merluza de la marca Preli, de Ibérico, de Cocido, de Setas y Espinacas, de Pollo y de Jamón (…) una gama sumamente amplia. ¿Pero qué sucede con las que ofrecen como caseras en bares y restaurantes?
Pues que puede darse el caso que se encuentren con algunas unidades de las 600 millones de croquetas que Audens Food distribuye al año por todo el país. Una compañía que en su origen se fundó bajo el nombre de Prielá.
¿Queremos decir que todas las croquetas que consumimos en un bar o restaurante no son caseras aunque nos las vendan así? La respuesta es no.
De hecho, en los últimos años se han expandido negocios cuyo producto estrella es la croqueta, algo que es sumamente identificativo. Probablemente sea un error generalizar y apuntar a todos los establecimientos. Pero lo cierto es que los controles de calidad obligan a muchos empresarios a apostar por las croquetas que Mercadona vende para evitar disgustos futuros. Quizá piense que el error entonces estaría en la denominación ‘casera’.
Otro de los factores fundamentales a valorar es la propia administración del tiempo. El preparado de una croqueta puede resultar sumamente sencillo. Sin embargo, el elaborar masa suficiente obliga a la cocina a emplear un tiempo que quizá pudiera ser necesario para otras tareas.
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