Con los precios de la luz y el gas en las cotas más altas de su historia, son muchos los españoles que buscan alternativas para gastar menos cada mes. Normalmente estas actuaciones tienen que ver con los sistemas de calefacción y electrodomésticos como el lavavajillas o la lavadora. Sin embargo, si hablamos de la cocina, también hay que tener en cuenta que no todos los tipos consumen lo mismo.
Normalmente en la mayoría de hogares españoles se utiliza a diario uno de los siguientes tipos de cocina: vitrocerámica, inducción o gas. Pero… ¿Cuál de estos tipos consume menos? Por un lado las cocinas de gas son las más económicas y, además, calientan todo muy rápido. Aunque por contra son una opción menos segura y que requiere una limpieza más detallada.
En lo relativo a la vitrocerámica, estas cocinas son muy sencillas de utilizar y fáciles de limpiar. Sin embargo, tardan más en calentarse y el consumo es más elevado. Mientras que en el caso de la inducción son realmente parecidas a las placas vitrocerámicas, aunque consiguen reducir el consumo hasta en un 20% con respecto a estas.
¿Cuál es la mejor opción para ahorrar?
Repasados los pros y contras de cada tipo de cocina, podemos aclarar que las mejores opciones para reducir el consumo son las cocinas de gas y las de inducción. Quedando en último lugar, debido a que su gasto de energía es mayor, están las placas vitrocerámicas.
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