Coronavirus. Es, sin duda, el tema de conversación por excelencia durante las últimas semanas. Lo que parecía algo lejano, que solo podría afectarte si viajabas fuera de España, ya ha aterrizado en nuestro país y el número de infectados y fallecidos ha ido creciendo. La compra de mascarillas y geles desinfectantes se ha multiplicado; pero, ¿realmente son métodos efectivos?

Lo primero que tenemos que saber es que las autoridades creen que el contagio se produce por contacto con animales infectados o por contacto estrecho con las secreciones respiratorias producidas por una persona enferma, como la tos o los estornudos. Por este motivo es muy importante cubrirse la boca y la nariz al estornudar y evitar tocarse los ojos, la nariz o la boca.

Además de estas medidas, el Ministerio de Sanidad recomienda lavarse las manos con frecuencia, ya sea con agua y con jabón o con soluciones alcohólicas (lo que incluiría los geles desinfectantes); evitar el contacto estrecho con personas que muestren signos de afección respiratoria; y mantener una distancia de un metro aproximadamente con las personas con síntomas de infección respiratoria aguda.

Una vez que sabemos esto, es el momento de contestar a la pregunta que nos habíamos planteado al principio. Respecto a las mascarillas, no evitan el contagio. Las de tipo quirúrgico sirven para que las personas enfermas ni diseminen el virus, pero no tienen efecto sobre las personas sanas. Mientras, las de tipo FFP2 y FFP3, sí que son efectivas para evitar el contagio respiratorio, pero no para evitar el contagio por contacto.