Habitualmente se suele pensar que más siempre es mejor. Sin embargo, no en todas las ocasiones es así. Por ejemplo, si hablamos de velocidad a internet la gran mayoría de usuarios prefiere optar por los paquetes de conexión más rápidos. Pero, ¿realmente es necesaria tanta velocidad? Explicamos qué tarifa deberías contratar en función de tus hábitos.
Uno de los aspectos más destacados a la hora de elegir qué velocidad de internet contratar para el hogar tiene que ver con el número de personas que utilizan la red y los aparatos conectada a ella. Como velocidad mínima se suele recomendar la contratación de 20 megas, que suele ser más que suficiente para usuarios que leen el correo electrónico, navegan por internet o ven contenidos en alta definición.
Como media, la opción más aconsejada tiene que ver con asignar en torno a 30 megas por persona si se van a realizar descargas, utilizar aplicaciones, jugar online o ver series y películas en streaming. Sin embargo, las necesidades pueden ser mayores en caso de teletrabajar o realizar descargas de archivos demasiado pesados.
En este sentido, para asegurar un ancho de banda correcto, lo ideal es que para una familia media se opte por la contratación de 300 megas de velocidad. Pero esto no es lo único a tener en cuenta, ya que lo más importante es la velocidad real que ofrece la operadora, así como las posibles pérdidas de rendimiento o las interferencias que puedan haber.
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